miércoles, 9 de enero de 2013

Él y Ella



 
Fue en aquel banco donde ella se decidió a formar parte de su vida, un banco de madera, húmedo y frío. Se encontraba en un parque rodeado de grandes bloques de pisos y un viejo cementerio. Pero aunque no parece el mejor sitio ni el más romántico allí comenzó esta historia de amor eterno.

Él hacía ya tiempo que se había fijado en ella, era escultural, guapa, inteligente, alegre... pero ya lo había dado todo por perdido, ¿o no?.
Ella, sin embargo, no terminaba de verlo claro. Eran amigos del mismo grupo y si no salía bien no solo le perdería a él sino también al resto de su pandilla. Sabía perfectamente lo que sentía por él, ya que cuando tonteaba con otra chica a ella le corría una serpiente de celos por las entrañas.

Pero aquella noche algo cambió, era luna llena y quizá ese fue el detonante ¿quién sabe?, pero esa fría noche de primavera ella se decidió. Decidió que no podía esperar a que se enamorase de otra y dejar pasar la oportunidad de estar con él.
Era sábado y todos los amigos iban juntos hacia los bares de copas, y ella poco a poco fue consiguiendo alejarse del grupo junto a él.
Cuando llegaron a la altura del banco ella le pidió que se sentasen un rato. Empezaron a hablar de muchos temas como dos adolescentes que eran, y finalmente ella se lanzó y le beso, él perplejo le correspondió.
A partir de aquel momento, poco a poco se fueron haciendo inseparables. Incluso sus amigos no terminaban de entender que les gustase hacer todo juntos. La respuesta era sencilla, estaban enamorados.

Pasó el tiempo, pasaron días, pasaron meses y pasaron años. Tuvieron hijos, una niña y un niño que les colmaron de alegrías. El amor que se tenían no menguó con el tiempo al contrario se fue haciendo más fuerte. No necesitaban de nadie más solo ellos cuatro y eso la gente tampoco terminaba de entenderlo. No entendían como era posible una familia que hiciesen todo siempre juntos, pero ellos eran así.

Pasó más tiempo todavía, ella y él ya eran ancianos, se estaban acercando al final de su vida. Una vida intensa pero feliz muy feliz por todo lo que habían construido juntos.
Ella cayó enferma y él no se separó de su lado en ningún momento hasta que dio su último suspiro. Él pidió que le dejasen pasar un rato a solas con su mujer, y sus hijos así lo concedieron.
Al cabo de unas horas cuando volvieron los encontraron a los dos tumbados en la cama, abrazados, pero sin ningún síntoma de vida. Él no había podido soportar la pérdida de su amor y su corazón también se paró.

Pocas personas llegan a conocer lo que es el amor verdadero, pero aquel día en aquel banco el gran cupido decidió conceder a estas dos personas lo que la gente llama ¨ el amor eterno¨.

2 comentarios:

  1. Un relato conmovedor. ¿Cómo plasmar la historia de amor que todos desearíamos vivir?..así, sin mas, sencillamente. Precioso.

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  2. Muchas gracias Cloe por tu comentario. Gracias por animarme a seguir escribiendo.

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